Pulpo, animal de compañía

El periodista, según una máxima de todas las facultades y redacciones, no debe ser noticia. Salvo que sea secuestrado por piratas somalíes o se case con un príncipe español, que siempre puede darse el caso y ejemplos haylos. Y, además, una bitácora de viaje tampoco es igual que un álbum familiar de vacaciones. Los autores se quedan en un segundo plano para mostrar una sucesión de imágenes y palabras sobre paisajes y gentes de sus experiencias en otras tierras, aunque ello no significa que desaparezcan. Para nada, siempre están ahí, detrás de la cámara fotográfica y del cuaderno de notas. De hecho, la propia selección de fotos y textos es subjetiva y, por tanto, les retrata. Hasta aquí, una explicación por las críticas surgidas (ahhh, la familiaaa) tras el primer post a causa de la ausencia en las instantáneas de los autores, que por cierto prometen abandonar pronto el anonimato y completar el blog con sus perfiles. Dicho lo cual, se acepta pulpo como animal de compañía y, por ello, se incluye una página secundaria dentro de El zumbido del mosquito, denominada Piedras blancas, para demostrar las huellas dejadas por dos oscenses por el continente sudamericano. Pero ya está bien de palabrerías, aquí van cuatro últimas imágenes de Cuzco si permiten la abundancia de fotos sobre la misma ciudad, que se explica por una mayor estancia y una predilección por la antigua capital inca hasta la fecha. Y con permiso de Lima, Paracas, Nazca, Arequipa y Cañón del Colca. Próxima etapa, Machu Pichu.